miércoles, 20 de marzo de 2019

LGTBI

1. ¿QUÉ ES?

Son las siglas que designan colectivamente a Lesbianas, Gays, Bisexuales, personas Transgénero e Intersexuales. En uso masivo desde la década del ´90, el término «LGBT» es una prolongación de las siglas LGB, que a su vez habían reemplazado a la expresión “comunidad gay” que muchos homosexuales, bisexuales y transexuales sentían que no les representaba adecuadamente. La “I” incorpora a la intersexualidad.

  • Lesbianas:
Es la corriente social en la que las mujeres se ven atraídas sexual y amorosamente por otras mujeres.


  • Gays:
Es el término cultural que sirve para señalar a los hombres que mantienes una relación afectiva y sexual con otros hombres.
  • Transexuales:
Es un término que se refiere a la diferencia entre el sexo asignado a la persona por otras al nacer, en atención a la combinación estadísticamente más frecuente entre identidad y anatomía genital, y la identidad sexual y/o de género que la persona siente y manifiesta.

La mayor parte de las personas transexuales sienten un sufrimiento psicológico y emocional debido al conflicto entre su identidad sexual y el sexo que se les asignó al nacer. Algunas encuentran como única solución un proceso de reasignación de sexo. Este proceso puede incluir tratamientos hormonales o someterse a la cirugía de reasignación de sexo para modificar sus características sexuales primarias y secundarias.

Tanto para las mujeres como para los varones transexuales la terapia hormonal sustitutiva (varón a mujer) (THS) provoca el desarrollo de algunos de los caracteres secundarios hormonal del sexo deseado. Sin embargo, muchos de los preexistentes carácteres sexuales primarios y secundarios no pueden desaparecer mediante la THS. 
También hay otros métodos como La cirugía de reasignación de sexo consiste en procesos quirúrgicos que las mujeres y los varones transexuales llevan a cabo para armonizar su sexo anatómico con su identidad sexual. Puede centrarse en los genitales, denominada cirugía de reconstrucción genital, y en la que se pueden distinguir operaciones como la vaginoplastia o la colovaginoplástica, la metadoioplática o la faloplastia



  • Bisexuales:
La bisexualidad es la orientación sexual por la que una persona siente atracción romántica o sexual, tanto hacia otras de su mismo sexo, como del sexo contrario.
Esta orientación sexual no ha sido siempre reconocida como una orientación sexual, e incluso a día de hoy hay colectivos que se niegan a otorgarles esa categorización, al confundirla con una “etapa de transición” por la que pasa una persona desde la heterosexualidad a la homosexualidad o viceversa.

Se puede dar tanto en hombres, como en mujeres. Sin embargo, en la actualidad se conocen más mujeres que hombres bisexuales.

  • Intersexuales: Es una variación por la cual un individuo presenta discrepancia entre su sexo y sus genitales, poseyendo por tanto características genéticas y fenotípicas propias de varón y de mujer, en grado variable.​​
  • Pansexuales: Es una variante de la bisexualidad ya que la pansexualidad se caracteriza por la atracción hacia otras personas independientemente de su sexo o género.
Estas personas pueden verse atraídas por varones, mujeres o por individuos que no se sienten identificados con esta dicotomía. Aquí se incluyen también aquellas personas no-binarias o las personas intersexuales (individuos con discrepancias entre su sexo y sus genitales).

  • Asexuales: Son las personas que no manifiestan atracción sexual hacia ningún individuo de cualquier sexo o identidad de género. El término también se usa para señalar la falta de interés en la práctica de relaciones sexuales.




2. ORIGEN Y DESARROLLO EN EUROPA.


Su estudio abarca las situaciones socio-políticas que les afectaron en cada época, su cultura, sus costumbres y formas de vida desde los primeros registros sobre homosexualidad en la antigüedad hasta la actualidad, así como su consideración social a lo largo del tiempo, además de los movimientos sociales y acontecimientos históricos protagonizados por ellos.

Durante mucho tiempo esta historia ha sido ignorada, cuando no ocultada deliberadamente, y solamente a partir de los años setenta empezó a salir a la luz y ser abordada en profundidad por los historiadores.



En la Edad Antigua:

Al observar el estudio en la antigüedad hay que tener en cuenta que no se puede aplicar el concepto moderno de homosexualidad y es más acertado hablar de “prácticas homosexuales”, ya que lo más corriente era la bisexualidad. En la antigüedad el matrimonio no sólo era una institución basada en el amor y el apoyo emocional, además era un medio de obtener beneficios, teniendo descendencia para asegurarse el futuro en la vejez, realizar alianzas políticas y transferir patrimonio, así como un medio de incrementar el poderío militar de la comunidad por medio de la prole. Por lo que el matrimonio era una obligación y la homosexualidad exclusiva un lujo que muy pocos se podían permitir.

También hay que tener en cuenta que el juicio social hacia los actos sexuales no se basaba en la orientación sexual o el género de la pareja. En cambio solía haber una diferencia en la consideración de los papeles, activo o pasivo, en el sexo anal. Se asociaba el papel activo a la masculinidad, mientras que el papel pasivo se asociaba a la feminidad, o falta de hombría; por lo que este último papel solía estar mal visto socialmente.



Europa:

Durante el siglo XVII y XVIII se detectan los primeros focos de subcultura homosexual modernos en las grandes ciudades, como Londres, París o Ámsterdam, donde las relaciones homosexuales se establecían principalmente entre hombres adultos, en lugar de con muchachos, que se podían encontrar en locales específicos, a menudo con espectáculos de travestidos. La aparición de estas subculturas provocó una reacción violenta de los estados, que intentaron controlarlas a través del terror, ejecutando a algunos homosexuales como “escarmiento”. El ejemplo más extremo es la masacre de 1730 en Ámsterdam, en la que fueron ejecutadas al menos veinticuatro personas. Comenzó el abandono de la idea de la sodomía como un vicio causado por la lujuria y surgió el convencimiento de que se trataba del gusto particular de una minoría de personas.




3. ACEPTACIÓN EN LA SOCIEDAD DEL LGTBI EN



 ESPAÑA




La transición comenzó con la homosexualidad declarada ilegal y penalizada en "acciones y en esencia". Con la Ley de peligrosidad social y rehabilitación, "ser o parecer homosexual o transexual era motivo suficiente para ser encarcelado", recuerda Generelo, que subraya que hasta 1979 no se eliminaron los artículos referentes a la homosexualidad de esta norma.

"Todo era puro ostracismo y estigma, tanto en los espacios públicos como privados (familia) y muy poca gente estaba preparada para vivirlo con dignidad", indica.

Se luchó para conseguir la retirada de la Ley de escándalo público (1983) y la derogación total de la Ley de peligrosidad (1995), mientras surgían las primeras asociaciones LGTB (clandestinas e ilegales) que permitieron la organización del colectivo "en pequeñas células".

La década de los 80 trajo cambios y aires de libertad sexual a la sociedad española, que apagó la pandemia del sida, "haciendo rebrotar una homofobia total y debilitando mucho al 'movimiento'.

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